PACIFIC RIM: Mega-robots contra contra súper-monstruos

Guillermo Del Toro firma la película Pacific Rim, un film basado en esa cultura japonesa (u oriental, me da igual y tampoco viene al caso) en la que una serie de enormes robots se encargan de luchar y detener a monstruos gigantescos, al estilo de Godzilla, que se dedican a destrozar ciudades enteras.

Recordad las viejas películas de Godzilla (y sus sucesoras), las series de televisión de Ultraman o Bioman, o el anime de Neon Genesis Evangelion o similares y os podréis hacer una idea de por donde van los tiros en esta película del director mexicano.


Antes de escribir esta crítica, me he visto la película un par de veces, una en 2D y la otra en 3D, para ver si sacaba algo en claro y así poner unas cuantas frases con sentido, pero eso no ha sido posible... Porque el film no tiene ningún sentido.

Me imagino que ahora alguien saltará de la silla para decirme que cómo puedo decir eso, que la película de Del Toro es muy buena y honesta y que no promete algo que no nos vaya a dar, que si los efectos especiales son de lujo y que si la abuela fuma en pipa.

¿Qué queréis que os diga?... Será porque me estoy haciendo viejo y convirtiéndome en un carca gruñón pero... ¿Cómo se puede calificar de bueno algo que solo se reduce a puñetazos fabricados con ordenador y que carece de algo tan básico y elemental como unas buenas interpretaciones por parte de los actores?

Pacific Rim se puede resumir en el trailer de la propia película. Con ver eso, no hace falta nada más, porque no hay nada más que ver.

Los personajes son planos e insípidos y te da igual lo que les pase durante el transcurso del metraje, en especial su protagonista, Raleigh Becket.

Becket está interpretado por Charlie Hunnam, que en este film se dedica a poner las mismas caras y poses que en la serie Hijos de la anarquía, dando la sensación que más que ser el piloto carismático y excelente en todos los aspectos para poder pilotar un jaeger (así se llaman los robots gigantes), es el motero de la serie de televisión, solo que en vez de una moto, tiene "entre las piernas" un monstruo mecánico de varias toneladas.


Del mismo modo, El Mariscal (interpretado por Idris Elba) y Mako Mori (interpretada por Rinko Kikuchi), la compañera de Becket a la hora de pilotar el jaeger (ya que se debe pilotar entre dos personas) son dos personajes anodinos sin ningún tipo de presencia imponente en pantalla.

Mención aparte merecen los papeles cómicos del Doctor Newron Geiszler y su compañero Gottlieb, una pareja que sobrepasa la frontera del contrapunto gracioso del film para caer en uno de los mayores ridículos que recuerdo haber visto en años.

Sólo se salvan de esta quema de actores los amigos de Del Toro (y no, no me refiero a Santiago Segura)... Y es que Ron Perlman es un actor que sabe dotar a cualquier protagonista que interprete de un carisma especial, da igual que sea un diablo rojo con los cuernos cortados y una pistola en la mano (Hellboy) o, como es el caso de esta película, un traficante de órganos de kaijus (así se llaman los monstruos gigantescos que quieren invadir la Tierra) que se dedica a hacer riqueza con las tripas de estos seres.

Y es una pena que un film de estas características se haya olvidado de algo tan importante como el hecho de tener un elenco de buenos (o creíbles) actores... Supongo que eso ha sido debido al enorme presupuesto que se han gastado en efectos especiales que, en este caso son lo mejor y lo más espectacular de la película.

Tanto la factura técnica de los jaegers como de los kaijus resulta impresionante y muy realista y es lo que salva a la película de caer en el más absoluto de los ridículos. El detalle y la minuciosidad de los modelos te dejan con la boca abierta y te hacen pensar que en esto de los efectos especiales informáticos no se ha tocado techo, ni se va a tocar en muchísimo tiempo.



En el apartado de la banda sonora, nos encontramos con la partitura del genial Ramin Djawadi (el autor de la música de la conocida serie de televisión Prison Break), que ya nos deleitara con el score de la primera parte de Iron Man. En Pacific Rim no hace un trabajo espectacular, pero sí que consigue crear un ambiente musical lo suficientemente "interesante" como para no quedarse muy atrás con respecto a los efectos especiales (aunque tampoco se trate de uno de sus mejores trabajos, por lo menos la partitura resulta lo bastante ambiental como para no resultar una "plasta").


En resumidas cuentas, Pacific Rim es una película simplona que bebe de los mangas y el anime para mostrarnos un film atiborrado de monstruos gigantes y robots luchadores que se baten en duelos llenos de mamporros, relegando a los actores a un segundo puesto, tanto por su capacidad interpretativa como por el rol que interpretan, que es secundario y supeditado a las hostias antes nombradas.

Pacific Rim es una película "plana", ideal para todo aquel que quiera pasar un rato entretenido con este tipo de temática y al que no le importe saber como va a terminar el film una hora y media antes de que concluya.

Y aquí os dejo un par de trailers lo suficientemente aclaratorios para todos aquellos que se quieran ahorrar las dos horas y poco que dura el film y sepan de qué estoy hablando.

     


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