SUPERMAN: Hijo Rojo

Hay algo que no funciona muy bien en un personaje cuando sus mejores historias pertenecen a revisiones, reboots y versiones alternativas que se salen de su historia principal.

Sinceramente, esto habla muy mal de dicho personaje… Y esto es lo que pasa con Superman (ahora es cuando las legiones de admiradores del Hombre de Acero se me echan encima y me lanzan sus rayos de visión calorífica por los ojos, en un intento de derretirme la grasa corporal y despegar mi carne de los huesos... ¡Gracias, necesitaba adelgazar!!!).


Superman, creado por Jerry Siegel y Joe Shuster en 1933 (esto es historia del cómic, para rellenar un poco más el post y que parezca que somos unos eruditos del tema), representa al superhéroe perfecto: Es el más bondadoso (o casi), el más fuerte (o casi), el más veloz (o casi), indestructible (o casi) y un millón de cosas más (todas ellas buenas, por supuesto, porque para eso es Superman).

Desgraciadamente, esto lo convierte en un personaje muy aburrido y con muy pocas posibilidades de evolucionar, porque cuando a un superhéroe sólo lo puedes matar con kryptonita, con magia, o con un bicho más fuerte que él (cosa casi imposible), el universo de este personaje se vuelve muy limitado.

Y que conste que esto no lo digo yo (aunque siempre lo he pensado), sino un guionista del propio DC, en los extras de un BluRay de una película de animación de la Liga de la Justicia.

En resumidas cuentas, solo veo interesantes las historias de Superman en las revisiones, reboots o versiones alternativas de dicho personaje... O lo que es lo mismo, en los cómics de Elseworlds (Otros Mundos) que DC suele publicar de sus personajes más emblemáticos.

Y por eso hoy vamos a comentar Superman: Hijo Rojo, una historia excepcional guionizada por el siempre espectacular escocés, Mark Millar (del que ya hemos hablado en varias ocasiones en este blog) y dibujada por Dave Johnson y Kilian Plunket.

En Superman: Hijo Rojo se nos presenta la siguiente premisa… ¿Qué pasaría si la nave en la que viajaba Superman cuando era un bebé se hubiera estrellado en la Unión Soviética, durante la Guerra Fría?

De este modo, Superman deja de ser el icono norteamericano que siempre ha sido, para convertirse en el icono del Stalinismo y del socialismo, ascendiendo en el orden político hasta convertirse en el líder supremo de la URSS y posteriormente del mundo, llevando al planeta a vivir una utopía construida a base de la destrucción del pensamiento individual y de las libertades del ciudadano (llega hasta realizar lobotomías a los disidentes para llevarlos de nuevo al “redil” del comunismo).

Por este motivo me encanta este cómic, porque representa la respuesta más lógica de un personaje con tanto poder en sus manos, invencible e indestructible, abusando de su superioridad e imponiéndose a toda la humanidad.

En esta historia, su principal enemigo es Lex Luthor (mejor digamos, adversario, porque realmente, el malo de la historia es Superman), que se convierte en presidente de los Estados Unidos, enfrentándose al Hombre de Acero con todo su ego e inteligencia (por cierto, mención aparte se merece la figura de Batman, convertido aquí en un anarquista impresionante).

El aspecto gráfico del cómic es todo lo bueno que se puede esperar de una maravilla como esta y tanto Dave Johnson como Kilian Plunket, cumplen de sobra con su cometido.


¿Mi recomendación?... No deberíais dejar de leer esta pequeña joya del cómic (quizá no tan brillante como otras, pero sí muy buena) para ver con vuestros propios ojos como debería haber sido siempre el personaje de Superman, rozando más en la villanía que en el heroicismo.

DATOS DEL CÓMIC
Título: Superman, Hijo Rojo (4ª edición)
Editorial: ECC Cómics
Fecha Publicación: Mayo de 2015
Formato: Rústica, Color, 168 págs.
Guión: Mark Millar
Dibujo: Dave Johnson y Kilian Plunket

Nos vemos.

¡Pero recuerda!!!... (y nunca lo olvides)



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