Todos los aficionados al cine de terror y más concretamente al subgénero de zombies (o infectados, me da igual... No voy a hacer ahora distinciones sobre tonterías que no vienen al caso y que en el fondo no tienen importancia) recordarán la película 28 días después, que Danny Boyle (también autor del film Trance, comentado en este mismo blog) dirigió en el año 2002 y su posterior secuela, 28 semanas después, obra inferior a la anterior y dirigida por Juan Carlos Fresnadillo en el 2007.
Pues bien, estas películas cuentan con una serie de cómics, escritos a tenor de los éxitos de los films.
En el año 2007, la editorial Fox Atom Comics publicó en Estados Unidos la novela gráfica 28 Days Later: The Aftermath y en España, Panini Comics ha sido la encargada de su edición, bajo el título de 28 días después: Secuelas.
Por su título, podríamos pensar que nos vamos a encontrar con unas historias posteriores a los sucesos acaecidos en la primera película... Nada más lejos de la realidad.
En 28 días después: Secuelas, escrito por Steve Niles (guionista de otros cómics como 30 días de noche, o Criminal Macabre), veremos los hechos ocurridos antes (y durante) del film, así que esta obra se podía haber titulado para ser más consecuente con lo que narra, 28 días después: Precuelas.
Esta novela gráfica, dividida en cuatro historias cortas, resulta bastante irregular y no aporta nada interesante que pueda llegar a sorprender al lector (por supuesto, me refiero a ese lector que se ha visto las películas). Quizás la primera historia (en la que se cuenta el origen del virus de la ira, causante del desastre en las Islas Británicas) resulte la mejor del cuarteto. Las tres siguientes (la de una familia que ve como el chimpance portador del virus ataca a su hijo en un parque; la de un ciudadano armado hasta los dientes que hace de un trozo de ciudad su reino; y la de uno de los creadores del virus recluido en un campo militar) son historias mucho más flojas, pero que cumplen su cometido de entretener.
Pero no me malinterpretéis: No se trata de un mal cómic. Sólo de uno normalito que, al acabarlo, no nos dejará con ganas de volverlo a leer en una larga temporada... Por supuesto, a los fans de la película, les podría suponer una buena adquisición.
Sencillamente, este cómic se lee, te entretiene y... ¡¡A otra cosa mariposa!!
Pero la siguiente obra que os voy a comentar es totalmente diferente.
En el 2009, la editorial Boom Studios publicó en Estados Unidos la serie de veinticuatro números titulada 28 Days Later (en España, Planeta DeAgostini ha editado 28 días después hasta el número ocho, en dos tomos recopilatorios... Aunque sabiendo que desde hace ya dos años no sacan el siguiente tomo, es muy probable que esta obra haya caído en el olvido, convirtiéndose en otra de tantas colecciones que nunca se terminan de publicar, quedando inconclusas... Es en estos casos cuando uno agradece enormemente el trabajo de la gente que se encarga de las tradumaquetaciones de los cómics yanquis, que se pueden descargar desde Internet), que retoma la historia en el lugar que la dejó el primer film de Boyle y la concluye en el punto que finalizaba la película de Fresnadillo.
La serie de cómics, guionizados por Michael Alan Nelson y dibujados por Marek Olekicki, Declan Shalvey, Leonardo Manco, Alejandro Aragon, Ron Salalnelson y Pablo Peppino, resultan de lo más entretenidos y divertidos, con mucha acción y (al contrario que el anterior cómic) con un regusto al finalizarlos que te "empujan" a querer volverlos a leer.
Las portadas de los veinticuatro números son muy interesantes y todas con una estética idéntica: Los colores blanco, negro y rojizos son los únicos integrantes de ellas, con ligeros tonos medios en gris, para matizar volúmenes (la principales portadas están realizadas por el siempre genial Sean Philips y las alternativas por Tim Bradstreet, Bret Weldele y Declan Shalvey).
El guionista Michael Alan Nelson recurre a la figura de Selena (en el film de Boyle, la superviviente interpretada por Naomie Harris, quizá más conocida por su papel de Tía Dalma en Piratas del Caribe, o en el de Eve en Skyfall) para introducirnos en un vertiginoso guión en el que volveremos a las infectadas Islas Británicas, junto a un grupo de corresponsales de guerra norteamericanos que pretenden cubrir la ocupación de Londres por las fuerzas de la OTAN, sin el permiso de estas últimas y rompiendo el protocolo de cuarentena impuesto en el territorio por los militares.
Para ello necesitan la guía de Selena, una persona que, tras sobrevivir mucho tiempo en Inglaterra, conoce perfectamente el terreno y tiene sobrada experiencia en las amenazas que puede encontrar en ese lugar. Los corresponsales pronto descubrirán que, aunque hayan tenido mucho bagaje en otros conflictos bélicos, lo que ocurre en las Islas Británicas no tiene nada que ver con otras situaciones límite que hayan vivido antes.
La motivación de los periodistas por viajar hasta Londres la podemos entender (su interés profesional por informar) pero... ¿Y la motivación de Selena?... ¿Qué impulsa a esa mujer para volver a un lugar en el que casi pierde la vida?... ¿Acaso está loca?...
Bueno, un poco loca sí que tiene que estar para querer regresar a aquella ciudad, en un viaje que promete ser (y al final lo es) una sucesión de desortunadas desgracias... Pero es que los motivos de Selena están perfectamente justificados y sólo al final del cómic los conoceremos, dotando (a mi parecer) a la historia de uno de sus mejores momentos emotivos.
Pero hasta que lleguemos a ese momento, nos tendremos que leer los números anteriores, en los que podremos sentir la tensión existente entre la frialdad de Selena y la incredulidad del grupo antes sus actuaciones... Agobiarnos por las apariciones de pequeños y grandes grupos de infectados que atacarán a los corresponsales... Disfrutar con la acción trepidante... Sorprendernos por el comportamiento criminal del ejército, más preocupado por turbios y oscuros asuntos que de proteger a los escasos supervivientes del país... Conocer a un militar con una obsesiva misión que le hará pasar por encima de cualquiera para cumplirla (desde mi punto de vista, quizá la parte más débil de toda la historia)... Ver la evolución de la relación entre Selena y Clint (el reportero jefe del grupo de corresponsales) y sus constantes choques de caracteres que hacen evolucionar el guión de un modo coherente... Encontrar a supervivientes humanos, que viven entre las ruinas o apartados de todos, y convertidos en seres desconfiados, mentirosos y traicioneros... En fin, una delicia...
Y podría seguir contándoos muchas cosas más, pero prefiero no hacerlo porque este es un cómic que merece la pena ser leído (sobre todo por su absorbente guión).
Ahora sólo queda que Planeta DeAgostini decida publicar en España y de forma íntegra el resto del cómic... Hasta entonces, sólo lo podremos disfrutar completa descargándola de Internet.
Pues bien, estas películas cuentan con una serie de cómics, escritos a tenor de los éxitos de los films.
En el año 2007, la editorial Fox Atom Comics publicó en Estados Unidos la novela gráfica 28 Days Later: The Aftermath y en España, Panini Comics ha sido la encargada de su edición, bajo el título de 28 días después: Secuelas.
Por su título, podríamos pensar que nos vamos a encontrar con unas historias posteriores a los sucesos acaecidos en la primera película... Nada más lejos de la realidad.
En 28 días después: Secuelas, escrito por Steve Niles (guionista de otros cómics como 30 días de noche, o Criminal Macabre), veremos los hechos ocurridos antes (y durante) del film, así que esta obra se podía haber titulado para ser más consecuente con lo que narra, 28 días después: Precuelas.
Esta novela gráfica, dividida en cuatro historias cortas, resulta bastante irregular y no aporta nada interesante que pueda llegar a sorprender al lector (por supuesto, me refiero a ese lector que se ha visto las películas). Quizás la primera historia (en la que se cuenta el origen del virus de la ira, causante del desastre en las Islas Británicas) resulte la mejor del cuarteto. Las tres siguientes (la de una familia que ve como el chimpance portador del virus ataca a su hijo en un parque; la de un ciudadano armado hasta los dientes que hace de un trozo de ciudad su reino; y la de uno de los creadores del virus recluido en un campo militar) son historias mucho más flojas, pero que cumplen su cometido de entretener.
Pero no me malinterpretéis: No se trata de un mal cómic. Sólo de uno normalito que, al acabarlo, no nos dejará con ganas de volverlo a leer en una larga temporada... Por supuesto, a los fans de la película, les podría suponer una buena adquisición.
Sencillamente, este cómic se lee, te entretiene y... ¡¡A otra cosa mariposa!!
Pero la siguiente obra que os voy a comentar es totalmente diferente.
En el 2009, la editorial Boom Studios publicó en Estados Unidos la serie de veinticuatro números titulada 28 Days Later (en España, Planeta DeAgostini ha editado 28 días después hasta el número ocho, en dos tomos recopilatorios... Aunque sabiendo que desde hace ya dos años no sacan el siguiente tomo, es muy probable que esta obra haya caído en el olvido, convirtiéndose en otra de tantas colecciones que nunca se terminan de publicar, quedando inconclusas... Es en estos casos cuando uno agradece enormemente el trabajo de la gente que se encarga de las tradumaquetaciones de los cómics yanquis, que se pueden descargar desde Internet), que retoma la historia en el lugar que la dejó el primer film de Boyle y la concluye en el punto que finalizaba la película de Fresnadillo.
La serie de cómics, guionizados por Michael Alan Nelson y dibujados por Marek Olekicki, Declan Shalvey, Leonardo Manco, Alejandro Aragon, Ron Salalnelson y Pablo Peppino, resultan de lo más entretenidos y divertidos, con mucha acción y (al contrario que el anterior cómic) con un regusto al finalizarlos que te "empujan" a querer volverlos a leer.
Las portadas de los veinticuatro números son muy interesantes y todas con una estética idéntica: Los colores blanco, negro y rojizos son los únicos integrantes de ellas, con ligeros tonos medios en gris, para matizar volúmenes (la principales portadas están realizadas por el siempre genial Sean Philips y las alternativas por Tim Bradstreet, Bret Weldele y Declan Shalvey).
El guionista Michael Alan Nelson recurre a la figura de Selena (en el film de Boyle, la superviviente interpretada por Naomie Harris, quizá más conocida por su papel de Tía Dalma en Piratas del Caribe, o en el de Eve en Skyfall) para introducirnos en un vertiginoso guión en el que volveremos a las infectadas Islas Británicas, junto a un grupo de corresponsales de guerra norteamericanos que pretenden cubrir la ocupación de Londres por las fuerzas de la OTAN, sin el permiso de estas últimas y rompiendo el protocolo de cuarentena impuesto en el territorio por los militares.
Para ello necesitan la guía de Selena, una persona que, tras sobrevivir mucho tiempo en Inglaterra, conoce perfectamente el terreno y tiene sobrada experiencia en las amenazas que puede encontrar en ese lugar. Los corresponsales pronto descubrirán que, aunque hayan tenido mucho bagaje en otros conflictos bélicos, lo que ocurre en las Islas Británicas no tiene nada que ver con otras situaciones límite que hayan vivido antes.
La motivación de los periodistas por viajar hasta Londres la podemos entender (su interés profesional por informar) pero... ¿Y la motivación de Selena?... ¿Qué impulsa a esa mujer para volver a un lugar en el que casi pierde la vida?... ¿Acaso está loca?...
Bueno, un poco loca sí que tiene que estar para querer regresar a aquella ciudad, en un viaje que promete ser (y al final lo es) una sucesión de desortunadas desgracias... Pero es que los motivos de Selena están perfectamente justificados y sólo al final del cómic los conoceremos, dotando (a mi parecer) a la historia de uno de sus mejores momentos emotivos.
Pero hasta que lleguemos a ese momento, nos tendremos que leer los números anteriores, en los que podremos sentir la tensión existente entre la frialdad de Selena y la incredulidad del grupo antes sus actuaciones... Agobiarnos por las apariciones de pequeños y grandes grupos de infectados que atacarán a los corresponsales... Disfrutar con la acción trepidante... Sorprendernos por el comportamiento criminal del ejército, más preocupado por turbios y oscuros asuntos que de proteger a los escasos supervivientes del país... Conocer a un militar con una obsesiva misión que le hará pasar por encima de cualquiera para cumplirla (desde mi punto de vista, quizá la parte más débil de toda la historia)... Ver la evolución de la relación entre Selena y Clint (el reportero jefe del grupo de corresponsales) y sus constantes choques de caracteres que hacen evolucionar el guión de un modo coherente... Encontrar a supervivientes humanos, que viven entre las ruinas o apartados de todos, y convertidos en seres desconfiados, mentirosos y traicioneros... En fin, una delicia...
Y podría seguir contándoos muchas cosas más, pero prefiero no hacerlo porque este es un cómic que merece la pena ser leído (sobre todo por su absorbente guión).
Ahora sólo queda que Planeta DeAgostini decida publicar en España y de forma íntegra el resto del cómic... Hasta entonces, sólo lo podremos disfrutar completa descargándola de Internet.