Bueno, bueno, bueno...

Una vez más y con la infatigable intención de culturizar al populacho, os traemos un cómic de lo más recomendable.

La historia en cuestión viene avalada por uno de uno de nuestros guionistas actuales favoritos. Y ese no es otro que el genial Robert Kirkman, del cual ya hemos hablado un par de veces en el blog por sus obras de Invencible y Destructor.

Y no... No pienso hablar de esa supuesta gran obra titulada The Walking Dead que si bien empezó de manera magistral, de un tiempo a esta parte no ha parado de perder interés, pidiendo ya un final a gritos.

La obra de Kirkman de la que se va a hablar en este post no es otra que...

Pues sí, chavalotes, sí... Os cuento un poquillo de que va este cómic.

Trata la historia de Gary Hampton, un rico empresario que es atacado por una monstruosa criatura mientras se encontraba acampando con su esposa Rebeca y su hija Cloe.

Un mes después, Gary sale del coma en el hospital, aparentemente recuperado, aunque pronto se da cuenta de que no solo sobrevivió a un ataque brutal que hubiera matado a cualquier persona normal, sino que además ha adquirido la capacidad de transformarse en un hombre lobo.

No tarda mucho en encontrarse con un vampiro llamado Zacarías, quien se ofrece a ayudarle a controlar sus poderes. Sin embargo la relación que desarrollan, llena de dudas a la familia del millonario, mientras que las intenciones de Zacarías son cada vez mas incoherentes.

Tipico, ¿verdad?

Otra mierda de historia de Draculines y hombres lobo en su eterna lucha al mas puro estilo de patochadas cinematográficas como Underworld.

¡¡Qué poco me conoceis!!

Esta típica entrada que os he resumido no genera una historietilla de serie B (más que nada porque Kirkman es un buen narrador de historias y no se presta a crear patochadas). Esto es el arranque de un muy buen comic de superhéroes, al mas puro estilo Invencible.


Sé que me repito y que tiendo a enumerar las razones por las que una cosa me gusta o deja de gustarme, pero es que para mi es la manera mas clara de expresar esos gustos y disgustos. Así que empiezo:

El cómic de El asombroso hombre lobo se engarza a la perfección con el resto del universo superheroico creado por Kirkman (entre los que se incluyen personajes como el ya mencionado Invencible, o Britt). Este universo del que hablo, tiene a la vez, mucho y muy poco en comun con los universos de los que bebe (Marvel y DC).

Es decir, Kirkman utiliza los viejos ingredientes que ya hemos leido en cientos de cómics de superhéroes y los mezcla de una forma distinta que no innova, pero que sin sorprender, agrada dentro del mundo de la historieta.

Ya hablamos en su momento de Invencible, un superhéroe en el que se fusionaban de manera perfecta la épica grandiosa, los poderes y la leyenda del Superman de DC, con las aventuras desvergonzadas y las vivencias adolescentes del Spiderman de Marvel.

Pues bien, en El asombroso hombre lobo, Kirkman fusiona la oscuridad y la personalidad del playboy millonario Bruce Wayne (alias, Batman) de DC, con la bestialidad y salvajismo inhumano del Hulk de Marvel.

Así que aquí nos encontraremos al personaje de Gary Hampton, con una vida muy parecida a la del justiciero vestido de murciélago (millonario que se transforma en hombre lobo y se dedica a patrullar las calles de su oscura ciudad) pero con un tremendo problema: Las noches de luna llena su transformación es brutal y se convierte en una bestia incontrolable y sedienta de sangre.

Y creedme, eso es un auténtivo problema.

Si a todo esto le sumamos los geniales y simples (pero efectivos) dibujos de Jason Howard, que se adaptan perfectamente a las historias escritas por Kirkman, tenemos un cómic chispeante en la línea de Invencible, sin llegar al nivel de este, que mantiene siempre el nivel de entretenimiento.


No es una obra maestra, pero mantendrá vuestro interés desde la primera página hasta la última.

Además, el cómic contó en Estados Unidos sólo con veinticinco números (recogidos en cuatro tomos publicados en España, por Planeta DeAgostini), así que si os decidís por ellos, no os supondría un desembolso económico interminable (como sí ocurre con otras colecciones abiertas, o muy extensas) ya que cada tomo vale 13,95 euros (excepto el primero, que vale un euro menos).


Hasta otra, granujillas.