GANGSTER SQUAD: Una de mafiosos de cómic y de polis sin carisma
No sé… Llamadme anticuado, o tipo al que no le gustan las cosas que se ruedan últimamente y prefiere las películas de hace muchos años…
Llamadme como os dé la real gana, pero lo cierto es que cuando uno visiona películas como Gangster Squad (Brigada de Élite), dirigida por Ruben Fleischer (artífice de Zombieland, un film ligero y graciosillo sobre un apocalipsis zombie, que me sacó alguna que otra sonrisa) pues a uno se le quitan las ilusiones…
Y desilusionante es esta película anodina que ocurre a finales de los años 40 en Los Angeles. Así es…
Seamos sinceros: Cuando un director te plantea una película de mafiosos "malotes" y de corrupción policial, con un grupo de “polis” insobornables que lucharán por su ciudad para erradicar el crimen y el juego ilegal de sus calles, ¿qué demonios estáis imaginando?
Yo me imagino un film con un cierto toque sucio; con personajes carismáticos y de doble moralidad; con antros donde las chicas (que soñaban con convertirse en actrices) bailan ligeras de ropa esperando poder escapar de aquel apestoso lugar; con muertes traicioneras y tiros por la espalda; con… ¡Joder!... ¡Lo que es una película de gangsters al uso!
Sin embargo, Ruben Fleischer nos oferta un film de tiros cualquiera; con un guión tremendamente simplón y previsible y, aunque la ambientación está excelentemente lograda, los personajes planos y sin carisma tiran por la borda cualquier logro de pequeña verosimilitud que hubieran conseguido los responsables de atrezzo y de decorados.
Y creedme si os digo que los personajes son tan planos que, cuando van muriendo (porque alguno muere, no os desvelo nada que no podáis averiguar con un poco de sesera… Total, al final se trata de una película de gangsters: ¡¡Siempre muere alguien!!), te importa bastante poco que lo hagan… ¡Así de intenso es su carisma en pantalla!
Tenemos al jede de policía Parker (Nick Nolte) que no lo hace mal, pero los policías de la brigada policial, liderada por John O’Mara (Josh Brolin) y compuesta por el guaperas de Jerry Wooters (Ryan Gosling), el “vaquero” Max Kennard (Robert Patrick), el “listillo” de Cowell Keeler (Giovanni Ribisi), el “negro” Coleman Harris (Anthony Mackie) y el “latino” Navidad Ramírez (Michael Peña) son muy sosos y te importan bien poco sus vidas.
Mi actuación favorita es la de Emma Stone, que encarna a la típica femme fatale y no es que la actriz lo haga especialmente bien, pero es que me resulta tan guapa y está tan bien caracterizada que, aunque con poco carisma, me enamora su presencia en pantalla.
La palma en esto de actuaciones absurdas se la lleva Sean Penn, que interpreta al mafioso Mickey Cohen y que no es que haga un personaje plano, sino que lo caricaturiza al extremo en un gran ejercicio de histrionismo, ayudado también en esta labor por el equipo de maquillaje, que le fabricó una “máscara” que más le hacía parecer a un personaje de la película de Dick Tracy que a la persona real que impuso su ley por las calles de Los Angeles a finales de los años 40 (según los productores, lo hicieron para que el personaje se pareciera lo más posible a la persona real... Os dejo fotografías de ambos para que opinéis).
Personalmente, yo veo a Sean Penn más cercano a esto:
Entonces, si no tenemos personajes carismáticos, sólo nos queda centrarnos en el guión, pero es que la historia resulta igual de plana y previsible, sucediéndose una serie de escenas que ya te imaginas, regadas con una ensalada de tiros, disparos de escopeta y tableteo de ametralladoras.
La historia parece una mala imitación de Los intocables de Elliot Ness, con una estética muy cuidada y pulcra y sin nada más que rascar. Así que uno termina por pensar que lo que realmente le importaba al director era construir unos decorados que formaran una “postal” muy bonita de cómo era Los Angeles a finales de los años 40.
Y digo “postal”, porque como fotografías independientes, uno podría pensar que se ha encontrado con unos documentos gráficos de aquella época, pero en cuanto ves esas fotografías en movimiento y te das cuenta de las actuaciones, todo resulta muy, pero que muy falso (y ya siento repetirme, pero es que así me he sentido viendo el film).
Y como ya he dicho antes: Gangster Squad no es cine negro, es cine de tiroteos e insulso.
Y aún así, el film me ha resultado entretenido (será porque a las películas de ahora no les pido lo mismo que les pedía a las de antaño, que siempre tendrán muchísimo más carácter que las que ruedan hoy en día), pero la olvidaré con rapidez...
Supongo que en cuanto me vea otro film insulso.
1 comentarios
No he tenido tiempo ni ganas para verlo. De cine gangsteril para mi gusto nada ha superado a la magistral "Erase una vez en America" de Sergio Leone, después de esa, quizás la que más disfruté fue "L.A. Confidencial" y esta me da toda la impresión de ser una versión light de la segunda que no es ni una mala sombra de la primera, así que al precio que están los cines como que no.
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