TRENDING BLOGGIC 6: Sponsors
Allí estaba Lual, en el bar de siempre y con la mirada perdida, levantando la mano a Virgil, un irlandés dueño del local que parecía no haberse dado cuenta de las señales de Lual para ser atendido (o no quería darse cuenta). Con un gran estruendo, la puerta del garito se abrió, pasando por ella Emde, que lucía una sonrisa de lo más satisfecha mientras se dirigía a la barra, levantando pecho.
― ¡Aupa, Lual!
― ¡Hola, tío!
―¡Buenos días nos dé el Señor, Virgil! ―Emde levantó la mano con energía, en una mezcla de efusivo saludo y gesto para que el camarero se acercara. Al moverse el irlandés, Lual miró su brazo, levantado un minuto antes, y después hizo lo propio con el de su amigo… ¿Porqué a Emde siempre le hacían caso y a él le ignoraban?
―¿Qué quiere el señorito?
―Para mí un café solo y para mi amigo de mirada perdida, un helado de fresa… Con doble de nata ¡¡por supuesto!!
―Hoy no quiero helado.
―¡No jodas!
―Ya me gustaría… Hoy creo que tomaré un café como el tuyo… Quizá ya va siendo hora de que me convierta en un hombre de tu entereza.
―¿Estás seguro?... Te informo de que ser como yo, requiere de un conocimiento de la masculinidad supino.
―¿Y en qué consiste eso?
―¡¡Ah, pequeño colibrí!!... ¡Ahora te lo voy a contar!
―Si no hay más remedio…
―¡¡A ver, señores!!... Dejen de hablar como dos feministas insatisfechas sobre si lo importante es el grosor o la longitud… ¡¡Que aquí se viene a consumir!!
―Discúlpanos, Virgil… Serán dos cafés solos… ¿Seguro, Lual?
―Tú ponlo, a ver qué pasa.
Virgil O’Flannagan se giró hacia la máquina de café, lanzando blasfemias. Ese irlandés malhablado venía a ser para la barra de un bar, lo que Chicote para una cocina: Malencarado y borde, pero un gran profesional. En el poco tiempo libre que le dejaba el trabajo en su local, se dedicaba (al igual que Maese Lual y Tito Emde) a administrar un blog… Uno de tantos que inundaban la red.
Su “Little Fucking Daughter”, como él se refería a su amado blog al que prestaba tantas atenciones, era un lugar de Internet especializado en una técnica consistente en hacer dibujos sobre la crema del café con leche. De todos esos trabajos, colgaba casi a diario fotos en la web, con sus últimas y más rompedoras creaciones. El título de dicho blog: Textos en la espumilla.
―¡¡Ahí tenéis vuestros puñeteros cafés!!... Ahora si os apetece, poneos a cotorrear como dos mujerzuelas deseosas de que les metan un objeto por el culo y dejadme un rato en paz, que ayer dejaron dos comentarios en mi blog y les tengo que contestar.
―¡Virgil!
―¿Qué pasa, mariquitas?
―Habíamos pedido dos cafés solos… No con leche.
Virgil atravesó a Emde con una mirada digna del mejor cine de mafiosos de Hollywood. El vasco, que ya estaba acostumbrado a los ojos del irlandés, no se inmutó y volvió a decir que le sirviera lo que él había pedido. Entonces Virgil se colocó el trapo que tenía para limpiarse las manos encima del hombro y apoyó las manos sobre la barra… Emde se acojonó y Lual casi se lo hace encima.
Tras unos segundos incómodos de silencio, el irlandés se dio la media vuelta y se dirigió hacia el portátil que tenía al otro lado de la barra, junto al telefono. Entró en su “Little Fucking Daughter” y comenzó a escribir y a subir unas fotos, ignorando a los dos mastuerzos vascos, que cogieron sus respectivas tazas de café con leche con un ligero temblor en las manos.
―Menudo carácter, ¿verdad?
―Un auténtico cabronazo de Belfast.
―¿Que ha escrito hoy en la espuma de tu café?
―Emde Gay… ¿Y en el tuyo?
―Lual Pringao
―Hay que reconocer que este irlandés es un artista.
―Sí… ¿Te has fijado lo definidas que deja las letras?... ¿Cómo conseguirá que se mantengan tanto tiempo sobre la crema sin deshacerse?
―No lo sé… Lo que me preocupa es que su arte no sea apreciado en el mundo de los blogs. ¡Sólo dos comentarios!... No sé cómo puede soportar esa humillación…
―Sabes que algún día le tendremos que decir que nosotros somos los que le publican comentarios, para que no piense que nadie lee su blog ¿verdad?
―Ya veremos.
El blog de O’Flannagan, a parte de dibujos sobre la crema del café (cosa que, en opinión del irlandés, podía realizar cualquier paleto con un mínimo de conocimiento sobre mujeres y caballos) solía colgar fotos en los que se podían leer textos y mensajes, habilidosamente escritos en la espumilla (y en los que se había especializado). La entrada de su blog que más visitas tuvo en un día (diez) fue en la que, superándose a sí mismo, logró escribir con letra gótica: Me vienen dos “tolais” todas las mañanas, pidiendo café solo y helado de fresa, y los bujarras me ponen de los putos nervios.
―Bueno, Lual, ¿qué tal lo llevas con tu mujer? Me imagino que se habrá “quedao” contenta con el último Trending Bloggic, ¿no?
―Pues no mucho… Sigo en el saco de dormir y ya empieza a oler raro. Creo que el gato lo usa como cagadero cuando no miro.
― ¿No te ha perdonado la parienta?... ¡¡Si hicimos un Trending Bloggic exclusivamente para eso!!
―Sólo ha empeorado la relación. Ahora cree que tengo fijación por los torsos masculinos y me llama “marifloro” a todas horas… ¿Es que a ti te ha perdonado la tuya?
―¡¡Por supuesto!!... ¿Acaso lo dudabas?... Ahora puedo dormir en la cama sin problemas, es más, me lo agradece tanto que me deja todo el colchón para mi y ella se va al ordenador para chatear por la noche con seis bomberos de Bilbao a la vez… ¡¡He salvado mi matrimonio!!
―Por fin una buena noticia… Bueno, eso y que las visitas de nuestro blog están subiendo como la espuma.
―¿Algún problema con la espuma, “julais”?
―¡Ninguno, Virgil!... ¡Todo perfecto por aquí!...
―Hay que ver lo susceptible que es este hombre, en lo que a espuma se refiere.
―Los artistas son así, pero volviendo al tema de las visitas del blog… ¿Hemos subido mucho?
―¡Ya te digo!
―¡Genial!... El duro trabajo de Lucía con sus reseñas y la propagación del Blog por las redes sociales están dando sus frutos… Y eso que no cuento el incondicional apoyo del pueblo ruso.
―Emde, te he dicho mil veces que son piratas informáticos.
―Pero piratas rusos ¿no?
―Sí.
―¿Cómo la ensaladilla?
―Sí.
―Pues eso está muy rico.
―¡Touche!
―Bueno… Pues con tantas visitas como estamos teniendo… ¿Has empezado a pensar en qué beneficio económico le podríamos sacar al tema?
―¿Hablas de dinero?
―¡Claro!
―¿Cómo?
―A través de los sponsor.
―¿Sponsor?
―¡¡Por supuesto!!... Al habernos convertido en un sitio de referencia en la red, varias empresas multinacionales han clavado sus ojos en nosotros, para que utilicemos nuestro blog como plataforma para anunciar sus productos. Me han llamado, reclamando nuestros servicios.
―¿Y porqué querríamos hacer eso?
―Ya te lo he dicho: El dinero.
―¿Y para qué lo queremos?
―¿Te acuerdas del baño para señoras que Lucía nos ha obligado a construir en nuestras oficinas?
―Claro.
―Pues no se construye gratis. Con esto podríamos financiarlo sin problemas.
―No sé… La idea no me termina de convencer…
―¿Te he dicho que sacaríamos tanto dinero que podrías llegar a casa todas las noches con un fajo de billetes para tu mujer?
―¡Joder!... ¡Eso sí que me convence!... Háblame de los sponsores…
―Pues aquí te va el primero...
―¿Eso es un cubo de Rubik para ciegos?
―¡No, ese no!... Fíjate en el otro, el que no tiene marcas.
―Emde... Eso es un cubo de Rubick con todas las caras blancas… No tiene complicación... ¡Ni siquiera tiene colorines!
―¿A que es genial?... Fíjate que soy malo con esto de los puzzles, pero este lo he resuelto en solo dos horas.
―No me lo digas: Quitando las pegatinas y recolocándolas…
―Bueno… Alguna “trampita” tenía que hacer…
―Mmm… No sé… No lo termino de ver… ¿Tienes más productos de patrocinadores?
―¡¡Por supuesto!!
―¡¡Joder Emde!!... ¡¡Que esto es un vibrador!!
―¡¡Sabía que caerías en el insulto fácil!!... Yo pensé en lo mismo al verlo por primera vez, pero si te fijas claramente en la publicidad, hay pormenorizadas descripciones de su uso y el aparato no es más que un inocente masajeador femenino para la espalda, los hombros, los pies y los tobillos.
―Pues yo diría que parece un vibrador.
―¡Debes quitarte esos prejuicios de encima!... No te hacen ningún bien… Además, jamás permitiría que nuestro blog fuese patrocinado por algo que atentase contra nuestros inmaculados y cristianos valores.
―Vale, de este sponsor paso olímpicamente, no vaya a ser que nos traiga problemas con la censura.
―De acuerdo, pues lo descartamos… ¿Qué te parece este?
―¿Y esto que coño es?
―¿Qué qué es?... Sencillamente esto es… ¡¡La mascota definitiva!!... Sustituirá a perros, gatos y hamsters. Solo hay que echar el contenido de un sobre en agua fría y aparecerán estos simpáticos monos marinos, que se reproducirán y vivirán increíbles aventuras en el recipiente donde hayas vertido los polvos… Además, me ha dicho el patrocinador que saben hablar.
―¿Hablar?
―¡¡Te lo aseguro!!... ¡¡Yo también me he quedado de piedra cuando le he escuchado!!... ¿Te lo puedes imaginar?... ¡¡Hablan!!... Y como tengo mucha iniciativa, he comprado cien sobres al patrocinador y los he vertido dentro de la taza del váter… Verás la cara de sorpresa cuando mi parienta vaya al baño y al sentarse en la taza escuche la melodiosa voz de los cien monos marinos entonando sus melodiosas voces, formando un coro digno de los dioses.
―¿Te has gastado el dinero en eso?
―Tú también tienes envidia, ¿verdad?
―En fin, mejor pasa a lo siguiente… A ver qué me enseñas…
―¡¡Los pantalones para el hombre de acción de nuestros días!!
―No entiendo...
―¡Joder, que corto eres a veces, Lual!... ¿No estás cansado de esos pantalones que te compra la parienta?... ¿No estás cansado de no poder pasear tu virilidad como es debido?
―¿La verdad?
―¡Pues yo sí que estoy cansado!... ¡Se acabó sentirse como un “mindundi”!... ¡Se acabaron los pantalones anchos que nos hacen sentir meros muñecos recortables a manos de nuestras mujeres!... ¡Bienvenidos a la línea de pantalones del hombre de acción que todos llevamos dentro!
―A ver si me aclaro… ¿Me estás diciendo que si me pongo estos pantalones me pareceré al tipo de la foto?
―Claro… ¡¡Es Chuck Norris!!
―Buuufff… No sé como decírtelo… Pasa a lo siguiente, aunque de momento nada de lo que me has enseñado me está convenciendo…
―Ya lo veo… Un tipo duro, ¿verdad?... Pues esto que te voy a mostrar ahora va a hacer que palidezcas…
―Dispara.
―¡¡Observa la bebida del futuro!!
―Emde, no te quiero cortar el rollo pero… Esta bebida tiene más años que la tos.
―Por eso... Es retro… ¡¡Y se lleva lo retro!!... Ten en cuenta que el verano va a llegar pronto y los jóvenes tendrán sed en la playa… ¡¡Las oportunidades como estas paran solo una vez en la vida!!... Además, el dueño me ha dicho que no tienen distribuidor desde hace veinte años, así que estaría dispuesto a pagarnos mucho dinero por la publicidad.
―Yo creo que el mercado al que quieres acceder ya está copado por Coca Cola y Pepsi.
―No soy tonto y ya he barajado esa posibilidad… Lo que diferencia a este producto del resto es lo siguiente…
―¿Qué demonios se supone que es eso?
―Los que han fabricado esta bebida, han tenido la genial idea de colocar dibujos de personajes de cómic de rabiosa actualidad en las chapas de las botellas.
―¿Y qué tiene de especial eso?
―Que sólo por ese detalle, el refresco se va a vender como rosquillas.
―Sabes que suelo ser paciente, ¿verdad?
―No te agobies… Estoy dejando lo mejor para el final, colibrí.
―¿Esto es lo mejor que tienes?
―Vale… Ya sé lo que piensas… ¿Un simple burrito de juguete?... Poca cosa, ¿verdad?... ¡¡Pues no!!... Accionando un ingenioso mecanismo, los niños podrán obtener un cigarrillo recién liado, listo para fumarlo en el acto.
―No sé si es buena idea...
―¿Porqué?
―¡¡Porque los niños no deberían fumar!!
―Bueno... Entonces que jueguen con el burro.
―¿Pero no me acabas de decir que un simple burrito de juguete era poca cosa?
―¡¡Joder!!... ¡¡Entonces que se fumen un pitillo!!... ¡¡Mira que te pones "tiquismiquis" cuando te apetece!!
―Lo que pasa es que soy sensato.
―Pues atento a la traca final que te traigo… Esta es la guinda del pastel… Te va a encantar…
―¿Gafas de rayos X?
―¿Me estás diciendo que lo mejor que tienes son unas malditas gafas de rayos X?
―Exacto
―¿De verdad no me estás tomando el pelo?
―Eso dice el fabricante en el panfleto.
―Esto es… Es… Es…
―Lo sé… Lo sé… Yo también me emociono con solo pensarlo.
―¡¡Joder!!... ¡Por fin me presentas algo bueno!... Este producto es la respuesta a todas nuestras plegarias.
―¡¡Sabía que te iba a gustar, colibrí!!
―Con este invento podremos ver a Lucía cambiarse de ropa en el baño, podremos triunfar con los “Rasca y gana”, adivinar el premio que saldrá en una tragaperras, ser los reyes del Póker…
―Exactamente.
―Has vuelto a hacerlo, Emde… Eres un crack.
―Gracias, Lual... Lo sé.
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