Hoy, viernes 26 de abril, sale a la venta la tan esperada secuela del juego desarrollado por Techland y distribuido por Deep Silver y Electronic Arts.

Tras el éxito cosechado por la primera parte (que ha alcanzado la cifra de cinco millones de unidades vendidas, algo muy poco habitual para una franquicia de videojuego que lanza su primer título) era de esperar que su secuela no tardase mucho tiempo en llegar y así lo ha hecho, dieciocho meses después de que los usuarios se quedaran con la boca abierta, intentando sobrevivir en el Royal Palms Resort de la isla ficticia de Banoi, en Papúa Nueva Guinea.

Por supuesto, estamos hablando del deseado…

Todo aficionado a los videojuegos recordará el tráiler de la primera parte de esta franquicia de terror, con los zombis como principal reclamo. De hecho, dicho trailer recibió el León de Oro en el festival de Cannes de 2011, al mejor tráiler, siendo aclamado por la crítica internacional.

Por si existe algún despistado que no sabe de qué estoy hablando, aquí os dejo esa pequeña joya de la animación, que tiene un montaje, unas secuencias y una música que te dejan el corazón en un puño.


El argumento de esta primera parte nos sitúa en la habitación del hotel, tras haber despertado de una monumental borrachera de la noche anterior, para  descubrir que toda la isla ha sufrido una misteriosa epidemia de zombis.

Tras unos primeros minutos, que sirven a modo de tutorial para que el jugador se haga con los controles del juego, el protagonista termina en una cabaña de playa, junto a otros supervivientes de la masacre. Después de unos breves momentos, nuestro personaje sale fuera de la cabaña y, armado con un remo, ayuda a una persona que está siendo atacada por estos monstruos.

Y a partir de aquí se desata el caos (en el buen sentido de la palabra).

A través de una perspectiva en primera persona, nos dedicamos a recorrer un “mundo abierto” (esto es, poder ir a donde queramos de la isla, realizando las misiones en el orden que nos apetezca) y zurrando con las armas que nos encontramos (las cuales podemos personalizar) a todo bicho que se nos ponga delante de las narices.



En modo offline, Dead Island era jugado por una persona solamente, en modo online, por hasta cuatro jugadores en modo cooperativo.

Pues bien, la secuela de este título que tantas críticas dispares produjo (positivas por tratarse de un “mundo abierto” por y los excelentes gráficos; negativas por el autoguardado desastroso y la cantidad de bugs existentes, sobre todo en la versión de PC) nos deja argumentalmente en el mismo punto donde acabó el primer videojuego.

Dead Island: Riptide comienza con los protagonistas llegando a un barco militar, tras haber escapado del horror vivido en Banoi. Una vez allí, son apresados por varios soldados. Al poco, una fuerte tormenta azota el mar, haciendo encallar la nave en la isla de Palanai. Al igual que en el primer juego, la infección se expande allí también con increíble rapidez, afectando a todo el equipo militar.


El jugador se volverá a sumergir en una nueva espiral de pesadilla, con zombis (los auténticos protagonistas de la historia) que intentarán darnos caza a través de los nuevos niveles que los programadores han diseñado para nuestro deleite.

Al igual que en el primero, en Dead Island: Riptide también contaremos con un “mundo abierto” para explorar, con armas personalizables y con un modo  offline para un jugador y online para cuatro jugadores.

Es decir: Se repiten los mismos esquemas que tan buen resultado dieron (convirtiendo al primer juego en un éxito), esperando recolectar los mismos resultados con esta secuela.

El mismo Alexander Toplansky, de Deep Silver, se justificaba ante el lanzamiento de este similar y continuista Dead Island: Riptide del siguiente modo: “Querían más y lo querían ahora”.

Es tal el “ansia” por repetir lo anterior, que otro de los tráilers del juego, nos hace revivir el holocausto zombi desde esa perspectiva sentimental que marcó un hito en el primer tráiler del juego original (aunque esta vez sin conseguir tan buenos resultados).



Pero por desgracia, parece ser que esta premisa (en principio rentable) de “secuelitis” va a hacer bueno el dicho de “segundas partes nunca fueron buenas”, a tenor de lo publicado por diversos medios especializados en el mundo de los videojuegos.

Según Game Informer, el juego "tiene muchos defectos, pero engancha: pocos títulos cogen la diversión visceral de un combate melé y cooperativo como Dead Island".

IGN opina que Dead Island: Riptide  "no hace nada para ser un gran juego, salvo arreglar gráficos y algunos de los muchos problemas técnicos de la primera parte".

En Videogamer son más escuetos y califican esta secuela como una "oportunidad perdida".

GameSpot, sin embargo, se muestra con su crítica mucho más radical, dando una buena azotaina a esta secuela: “Si matar zombies no es divertido en un juego de matar zombies... ¿para qué molestarse?".

En fin… Tras leer estas opiniones, uno podría echarse para atrás y no comprar el juego pero, seamos sinceros: De la primera parte también se echaron bastantes pestes y al final el juego fue un éxito de ventas y al público le gustó y enganchó lo suficiente como para que Techland se embarcara en la realización de esta secuela.

Vale… No van a ser muy originales con respecto a su predecesor pero, si el primer juego nos gustó, ¿por qué no nos va a gustar esta segunda parte aunque sea más de lo mismo?

Bueno, mirad estas imágenes que os dejo y juzgad vosotros mismos.




Como he dicho al principio, el juego sale hoy a la venta al precio de: PS3 (49,95 €), XBox 360 (49,95 €) y PC (39,95 €)…

Y como curiosidad (y ya también para ir acabando este post), también deciros que van a poner a la venta una figura pintada a mano (bueno, un realidad se trata del busto "zombificado" de una mujer, con su bikini de talla minúscula y estampado de bandera americana, con sus chorretones de sangre corriendo por doquier) y que extrañamente no incluye el videojuego en lo que podríamos llamar una especie de extraño pack minusválido y sin juego... En fin... Es así... Sólo viene la figura (69,95 €)…




Que disfrutéis de este videojuego (en particular, todos aquellos que se lo pasan genial reventando los cráneos de cientos de zombis enfurecidos).

Yo, mientras tanto, iré a visitar a mi vecina de arriba (con el martillo de Ikea en una mano y un filete de ternera en la otra) porque desde ayer lleva emitiendo unos sonidos muy raros (la verdad es que nunca la había escuchado gruñir con anterioridad). Además he dejado de oir los ladridos de su perro (lo último que hizo el animal, fue emitir un gemido lastimero antes de callarse tras un chillido de dolor)... Si al final ha pasado lo que estoy pensando y mi vecina se ha convertido en una zombie devora-perros, la invitaré a mi casa, engañándola con el filete de ternera (no estoy preocupado por si lo devora en un instante, tengo más en el frigorífico... Y además unas hamburguesas caducadas, que eso siempre te saca de un apuro y más si se trata de zombis que son capaces de zamparse cualquier cosa), y la dejaré el mando de la consola... ¡A ver si ella consigue pasarse por mí el juego de Dead Island: Riptide! (por eso de que ella comprende a los muertos vivientes mejor que yo).


Y por si alguno se ha preguntado los motivos por los que llevaba un martillo de Ikea en la mano, la respuesta es simple: Si la vecina se niega a colaborar, la tendré que atizar en la cocorota con la herramienta, hasta que decida ser amable conmigo y me ayude a pasar el juego... ¡Que para algo están los vecinos!!!